Los beneficios de practicar el Básquetbol, tanto físicamente como emocionalmente.
Hoy en día vivimos en una sociedad, en la que nosotros los jóvenes tendemos a generar una dependencia a las nuevas tecnologías dejando de lado los deportes. Mientras es entendible que encontremos fascinante los avances tecnológicos, olvidamos la importancia de cuidar nuestra salud física; en tiempos dónde los niños solían jugar en el parque o simplemente estar fuera de sus casas, en la actualidad eso cambió drásticamente, en el sentido de que muchos niños están en el celular o en su computadora, lejos de socializar de manera presencial con sus amigos.
En mis tiempos de infancia, era una mocosa muy activa. Solía jugar en el parque con mis amigos juegos de mocosos, hasta que un día un amigo nos dice "Juguemos un deporte, no sé básquetbol". Los niños tienen una genuina curiosidad, y a pesar de estar a la carreritas con mis amigos, nunca hablábamos de deportes hasta ese momento, que esos momentos era un juego con reglas (cosa no muy común, cualquier cosa era un juego random).
Y puedo decir, que amo el básquetbol. Es un juego muy entretenido, a pesar de sus reglas no la hace tediosa. Cuenta con un total de 13 reglas, las cuáles se tienen que respetar para no recibir una penalización y poner en desventaja a tu equipo.
Cómo sabemos, los deportes nos ayudan a mantenernos saludables y en otros aspectos que sólo la actividad física nos puede proporcionar. El básquetbol nos ayuda con la coordinación, aumenta la resistencia física, desarrollamos agilidad, habilidad locomotriz y mejores reflejos, nos cuida y protege el sistema cardiovascular.
Pero no sólo nos ayuda de manera física, en mi caso me ayudó emocionalmente.
No soy la persona más feliz del mundo, pero cuando jugaba básquetbol sentía la adrenalina, ese aire competitivo, conecté con personas que a día de hoy seguimos en contacto y las experiencias que he tenido son de las mejores. Eventualmente dejé de jugarlo, pero no fue porque me aburría o algo por el estilo, sino que tuve una operación y eso limitó mi actividad física.
Mi última vez jugando básquetbol fue graciosa, aunque dolorosa, estaba retomando un poco de deportes después de meses de mi operación con unos amigos hasta que un mal pase de balón hizo que cayera en mi cabeza. Obviamente me acosté y ahí dejamos el partido.
He querido retomar el deporte porque todavía me gusta, pero por factores como la pandemia y que inicié la universidad lo han hecho un poco difícil. Así que esa es mi recomendación de la vida, jugar básquetbol porque es más divertido que fútbol y tenemos a nuestro gran ícono del deporte, Michael Jordan.
Gracias básquetbol, por todas las risas y enseñarme sobre el cuidado físico, eres el mejor deporte para mí y muchas personas.
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